martes, 6 de septiembre de 2016

19.

Mañana Es el día en el que empiezo a vivir.
 Mañana saldré al mundo y el mundo sabrá quién soy.
 Ya no seré de nadie, seré independiente, seré grande, seré libre. 
Mañana eMpiezo una traición que nunca quise
y pediré perdón a desconocidos, aquellos
que pudieron ser amantes,
aquellas que pudieron ser  hermanas,
noches locas, fiestas, secretos.
Mañana diré porqué no historia
o literatura
o un idioma.
Mañana me pondré esas sandalias que 
compré en San SeBastián
y pAsearé con mis malas pisadas
por un asfalto que no Reconozco. 
Mañana conoceré a mi relación más tóxica
porque yA soy de otro,
le diré que miento, mentirosa, que solo
tengo una manera de
decirle
que siento
todo lo que
nunca
viviremos.
Mañana harán 19 días desde el 19
y deshojaré verguenZas en un super
en vez de margaritas
(porque yA sé la respuesta). 
Mañana posaré la mano en la mano 
De alguien más
pe
qu
e
ño
y le diré que tengo que
abandonarlo.
Mañana miraré a la vidA,
montaré en una bicicleta,
pensaré en David,
me acordaré  de la poesía
y la escribiré que tengo que
matarla si quiero
sobrevivir.
Mañana ya no habrá palabras
sino gestos.
Mañana se hará recuerdo,
mañana no seré neidre.
Mañana, aún no existes,
pero pienso en ti.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Let's talk about sex, baby.

David:
Hoy me he levantado embarazada. Sí, embarazada de una emoción que hace años, siglos, milenios que no sentía. No, la yo de hoy no ha sentido jamás algo parecido a esto, la que lleva mi nombre no ha sufrido jamás esto. Esto, esto que llevo dentro, jesús, parezco un trozo de tela roto, la manta de ganchillo que mi madre le ha hecho a mi hermana y que se ha roto por tantos sitios que ya ni siqiuera la extiende sobre la sabana por miedo a que se rompa más. Esto, esto que le debo a la vida, porque ella me lo ha dado, es echar de menos, es perjurar, es doler, en ese sentido amplio. Toda mi vida me he preparado para este embarazo, no, error, toda mi vida me preparé para un aborto, para la muerte de un feto, para ser estéril, para ser un témpano de hielo, un utero hostil. Y ahora, ahora que sé que un aborto no me va a matar, ahora la vida me ofrece otro miedo, sí, para que lo supere, tú sola, vamos, que ya eres una mujer, let's talk about sex, baby. 
Hoy me he levantado (y cuando digo hoy digo desde primeros de agosto cuando me eché a llorar en brazos de mi hermana, en un coche en el que otras seis personas respiraban mi mismo aire y no se dieron cuenta de que yo les quitaba más oxígeno, porque, joder, jadeaba  del dolor, de la traición) embarazada. Embrazada de una tristeza que sólo se cura pasando la mano por mi vientre y recordándome que un aborto ya no es lo peor que me puede pasar, no.
Hoy soy la chica que siempre dije que iba a ser. Hoy soy la que hace años dijo "No me importa ser el secreto de nadie" Bien, pues te han robado secretos, a la fuerza, tanto que te has convertido en uno de ellos. I'm the dirty secret.
Let's talk about sex, baby
let's talk about 
you
and
me.
Es una canción, sabes.

Y déjame sola, en esta habitación, para que piense en mi embarazo, en que daré a luz algún día de 1862, en Enero, y nadie recordará que tuve dos hijas, que tuve a Ángela, a Carmen, y a esos ocho nietos que la vida no me dejó ver. Soy Malvina. Y paseo embarazada por Madrid, por la plaza de Santa Bárbara, pensando en la ciudad en la que morí, por preinscripción médica, a causa de fiebra puerperal. 
Llevo un descosido dentro que no sé cómo coser, no sé qué aguja utilizar, ni por dónde meto el hilo, dónde está el ojal. Llevo una lápida con el día en que nací de nuevo, sí ya sabes, después de que aquel hombre me obligara a cosas que el asco no me deja escribir. 
Let's talk about sex baby
let's talk about 
you
and
me.
Llevo embarazada un mes desde que te fuiste, ahora que ya no puedes volver, ahora que soy de otro, ahora que no soy de nadie, que no soy un tuya. Ahora que las bragas granates revolotean descontentas por mi cajón, y me reprochan y me decepcionan, y no me quieren en sus huecos, y no quieren mi coño tocando la tela. Ahora que las cartas desde Francia llegan muy rápido a la calle del calor, y las respuestas desde Suiza se hacen tan frías como el antónimo de la manta en la que me resguardé después de ver la catedral. Ahora que te necesito y no estás, ahora que tengo un hueco de bala, ahora que me duele la garganta de todas las emociones que guardo, ahora que la ginebra me ayuda a llorar. 
Llevo embarazada un mes y no tengo Clear Blue que me diga dónde aparece la operación que me quitará este engorro. Qué engorro de dolor. Qué dolor de dedos, qué picor, ya no puedo tocarte, no te disfruté, y sólo pienso en ti, en ella, en que Nerea me ha vuelto a hablar. Y en que una chica me dijo una vez que yo tenía cara de su nombre. Ya ves, dirty secret, tu cara queda reducida a cenizas, ahora muerde el polvo, atragántate, aguántate, toda tu vida deseaste esto, y ahora lo tienes. Sé realista. No imagines. Piensa en David, que el rechazo ya lo conoces. Piensa en

Llevo embarazada un mes desde que te fuiste. Podrías hacer el favor de volver. Llevo asustada un mes entero desde que ser estéril dejó de ser mi gran miedo.
Necesitarte, de este modo, necesitar lo que el mundo ordinario necesita, es mi nuevo miedo. 
Es una broma que no tiene jodida gracia, pero todos los días me levanto con la mano en el vientre, sabiendo que he tenido esa pesadilla otra vez. Mírame ¿Acaso no soy el sucio secreto?

 De tu Goliat.